Inicio » ¿Has Emigrado? Gerenciar tus emociones es Importante

Migrar es una experiencia completamente emocional. No sólo en el momento de tomar la decisión y los factores que han llevado a cada inmigrante a tomarla, sino todos los intercambios psicológicos que esto conlleva.

No es fácil de manejar: podemos explotar continuamente, romper en llanto. Abandonar un país, un modo de vida, cultura, amigos, familia.

Las sensaciones distantes y al mismo tiempo cercanas de tristeza pero a la vez alegría, son difíciles de explicar. Es un viaje interno y no solo externo, vives una mezcla constante de emociones: ánimo y desánimo, alegría y tristeza, felicidad y frustración, ansiedad y ambición.

Y pasan los días, y sientes que no logras nada, sigues encasillado….hoy queremos decirte que esto es normal! Y es un proceso que va a llevarte a crecer emocionalmente. Es una transformación de vida.

Esto podemos llamarlo literalmente una montaña rusa: Hoy estoy bien, despierto contento, y a los cinco minutos no puedo soportarme a mí mismo. Suele suceder. Lo hemos vivido. Pero siempre tiene que haber ese hilo conductor, recordar siempre el por qué o por quienes hemos tomado esta decisión (quiénes en el buen sentido, principalmente para los que tenemos generaciones en desarrollo).

Desde nuestra propia experiencia, podemos indicarte algunos pasos para gestionar dichas emociones:

Aceptación: No te cuestiones. Ya la decisión la tomaste. Estás allí. Ahora hay que «arrear el caballo«. Acepta las emociones que tienes, ponles la alfombra roja porque tienes que darles espacio para que fluyan y pasen.

Comprende tu duelo porque es inevitable, acepta tu vulnerabilidad, tu fragilidad, tu verdadera dimensión humana. Esto va a ayudarte a adaptarte y a no quedarte pegado al dolor.

Compartir: Ya que les has dado la bienvenida, tienes total libertad para compartirlas. Habla de lo que sientes, apóyate en tus nuevos amigos, en tus afectos importantes estén lejos o cerca. No dejes de hacerlo, pensando que del otro lado van a sufrir, todo lo contrario, tienes que hablarlo porque esto te une más a ellos.

No compares: De aquí en lo adelante, tienes que centrarte en lo que has ganado, mucho más de en lo que has perdido. No puedes seguir caminando con la vista atrás, viendo lo que has dejado, porque perderás de ver el arcoiris que está al final del camino. No puedes ir por la vida diciendo «tengo que empezar de cero» y viendo todos los días lo que has dejado; por el contrario, asume con valor lo que viene, ese camino diferente, esa forma distinta de hacer y ver las cosas, entender que tu «yo» está contigo y todas esas experiencias que has vivido están contigo y te van a ayudar a despegar.

Creación: Sí, porque luego del duelo viene la creación. La creación de nuevas realidades, nuevos contextos, nuevas relaciones. Cualquier nuevo amigo puede hacer la diferencia, es un nuevo capital relacional, hasta puede ser un ángel, darte ideas, llevarte a conocer personas clave, asesoría, hacer favores, obtener ayuda y soporte que harán la diferencia.

Habla sin miedo, ábrete a tu nueva vida, a tus nuevos espacios, verás que no estás tan aislado y solo como parece.

Migrar es comparable a nacer de nuevo, necesitas sentirte seguro, confiado. Aquí no eres «el hijo de….» o «el amigo de…» o «el dueño de…», aquí eres simplemente un inmigrante pero con la diferencia que ya vienes con un camino andado y muchas experiencias anteriores, listo para construir un nuevo proyecto de vida.

Nos despedimos, recordándote esta máxima «Yo soy el responsable de hacer este proyecto exitoso». Pasa la página, no te pegues al pasado… que no es fácil, es cierto, pero…. si no sueltas el ancla, crees que puedas navegar? No limites tu proceso migratorio.

Honra siempre a tu tierra, a tu familia, pero recuerda la canción de La Oreja de Van Gogh: «Nuestra Patria existe, donde estemos tu y yo«, la Patria y tu familia siempre están en tu corazón. Todos quienes estamos afuera seguimos siendo parte de ella.

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